En un escenario de incertidumbre marcado por la pandemia, el conflicto de Ucrania y la grave crisis económica y energética, las grandes empresas deben contribuir a un reparto más equilibrado de la riqueza. Sin embargo, y a pesar de avances significativos en transparencia fiscal o un estrechamiento de las diferencias salariales, muchas de esas grandes empresas siguen inmersas en un modelo que aumenta las desigualdades.
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UN MODELO QUE FOMENTA LA DESIGUALDAD
La mejora de la transparencia fiscal o la reducción de las diferencias salariales son signos positivos que apuntan en la buena dirección. Pero muchas empresas del IBEX han primado el reparto de dividendos a sus accionistas, y vuelve a aumentar el número de filiales en paraísos fiscales.
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Filiales de las empresas del IBEX 35 en paraísos fiscales
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Número de veces que el salario de los altos ejecutivos del IBEX 35 supera al salario medio de sus plantillas
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Brecha salarial de género en las empresas del IBEX 35 tomando como referencia los sueldos medios
La contribución fiscal de las empresas resulta esencial para abordar una salida de la crisis que no deje a nadie atrás. Y las grandes empresas son quienes más tienen que demostrar en ese sentido, ya que en los últimos años el peso de la recaudación ha recaído de forma desproporcionada en las empresas medianas y pequeñas.
Las empresas del Ibex 35 han vuelto a aumentar su presencia en paraísos fiscales, aunque en conjunto su transparencia fiscal ha mejorado. En un contexto de crisis, aunque una de cada tres empresas optó por no retribuir a sus accionistas, otras seis repartieron un dividendo superior a sus beneficios, y cuatro incluso retribuyeron a sus accionistas a pesar de tener pérdidas.
Los ajustes salariales derivados de la crisis sí han repartido el esfuerzo de manera más equitativa. El sueldo medio se redujo un 5,9% en 2020, mientras el de los primeros ejecutivos lo hacía un 7% y el de la alta dirección un 10%. En 2020 se redujo la presencia de mujeres en puestos directivos. La brecha salarial de género es aún del 14% (era del 15% en el año anterior).
Ser transparentes y responsables tributando donde les corresponde para contribuir a acabar con los paraísos fiscales.
Asegurar una subcontratación ética donde las condiciones laborales y salariales sean equiparables a alguien de su plantilla.
Establecer una ratio máxima entre el sueldo más alto y el más bajo y que no se pueda superar
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