Hemos apoyado a un millón personas afectadas por el terremoto con agua, saneamiento, instalaciones sanitarias y protección en Siria y Turquía. También hemos supervisado la seguridad de edificios, reparado grifos, duchas e inodoros. Seguimos trabajando para llegar a casi 2 millones de personas con ayuda inmediata y apoyo a largo plazo para que quienes se vieron afectadas recuperen sus medios de vida.

En Sierra Leona, generamos oportunidades de empleo en entornos rurales donde la mayoría de la población vive en la pobreza. Es el caso de Nat Abraham Bangura y otras personas jóvenes a quienes hemos ayudado a ampliar su cooperativa con maquinaria, herramientas y conocimiento. Gracias a ello, sus beneficios se han multiplicado por diez. “Hemos pasado de menos de 100 pollos a 1.000. Y esperamos llegar a 9.000 en los próximos años”, cuenta Nat, entusiasmado.

Hemos logrado que los líderes mundiales se comprometieran a crear un fondo específico para que los países más vulnerables puedan responder a las pérdidas y daños que enfrentan por la crisis climática. No todas las personas somos iguales ante esta crisis. En África Oriental, casi 40 millones de personas pasan hambre a causa de las sequías. Allí trabajamos para que 1,5 millones de personas tengan alimentos de emergencia, agua, refugio y dinero en efectivo.

En Nepal, hemos llevado agua potable a casi 40.000 personas pertenecientes a la casta más pobre, en los municipios rurales de Dhading, Rautahat y Sarlahi. Según el tradicional sistema de castas, las personas intocables no pueden usar los mismos accesos al agua que al resto. Desde que hemos instalado puntos de agua en sus municipios, pueden cultivar sus huertos con la seguridad de que tendrán suficiente agua para regarlos y dar de beber a sus animales.

En las afueras del campamento de Cox’s Bazar, en Bangladesh, apoyamos el centro de curación de mujeres rohinyás RWWS. Allí, ellas se reúnen para aprender sobre sus derechos, leer y escribir y trabajar en la elaboración de prendas de ropa y redes de pesca. Si una mujer sufre acoso o no se le permite asistir, las demás la defienden, y este apoyo es fundamental para recuperar la confianza en sí misma. Con cada gesto, las mujeres anuncian su poder sobre el dolor y la vergüenza.

En Perú, hemos logrado que se aprueben cinco políticas para la preservación de la tierra y, por lo tanto, la salud del planeta, como el Plan Nacional de Acción sobre Empresas y Derechos Humanos. Hemos acompañado legalmente a 1.249 personas defensoras ambientales de Perú frente a hostigamientos y amenazas y conseguimos que diez lideresas indígenas fueran absueltas de extorsión cuando denunciaron el ingreso no autorizado de personal minero en sus tierras.

El precio que Jeniffer Kateeba recibe por su café de comercio justo es entre el doble y el triple del que conseguiría a través de intermediarios tradicionales. Ha solicitado varios préstamos para pagar la matrícula de la universidad de sus dos hijos, que ya están licenciados, y los ha devuelto sin dificultad gracias a su salario justo y a los microcréditos que facilita ACPCU. Gracias a un microcrédito, ha empezado un negocio de fabricación de combustible para cocinas eficientes.