Los ataques israelíes que comenzaron en octubre han provocado daños en las infraestructuras de agua y saneamiento de Gaza por valor de al menos 210 millones de dólares
Una instalación de lavado de manos de Oxfam Intermón en Al Mawasi, Jan Yunis. Foto: Alef Multimedia/Oxfam
Oxfam Intermón ha advertido hoy de que la destrucción de infraestructuras esenciales de agua y saneamiento por parte de las fuerzas israelíes, agravada por el hacinamiento, las aguas residuales, el hambre y el calor, están llevando a Gaza al borde de un brote epidémico mortal.
La invasión de Rafah por parte de las fuerzas israelíes ha agravado la situación, obligando a decenas de miles de personas a huir hacia refugios y campamentos ya de por sí masificados. Además, los alimentos y el combustible escasean tras el cierre de los pasos fronterizos.
La organización de ayuda internacional ha declarado que al menos cinco de sus proyectos de agua y saneamiento vitales en la Franja de Gaza han sufrido daños graves o han sido destruidos a causa de los ataques israelíes que comenzaron el 7 de octubre.
El personal de Oxfam Intermón en Gaza relata que las calles están llenas de desechos humanos y ríos de aguas residuales que la población tiene que sortear. También han denunciado que la población se ve obligada a beber agua sucia, y que las aguas residuales están infestadas de insectos que pican a las niñas y niños.
Estas condiciones son el caldo de cultivo perfecto para que se produzcan brotes de epidemias de enfermedades como la hepatitis A y el cólera, que proliferan en lugares superpoblados que carecen del saneamiento adecuado. La subida de las temperaturas también provoca un aumento de los riesgos para la salud.
"Se encuentran en una situación desesperada”, dice Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón. “Muchas personas en Gaza viven con miedo y se ven obligadas a soportar condiciones inhumanas e insalubres causadas por los continus bombardeos israelíes. Un colega nos explicaba que hay tantos desechos humanos en las calles que se respira un olor enfermizo.
"Una ofensiva militar a gran escala sobre Rafah podría ser devastadora, no sólo por el riesgo de cobrarse un gran número de víctimas civiles, sino también por las repercusiones que tendría el desplazamiento forzoso de un gran número de personas”, continúa Franc Cortada. “Las infraestructuras ya se encuentran al límite de su capacidad, la asistencia médica es escasa o nula, y existe una situación generalizada de malnutrición, por lo que podría desatarse rápidamente una gran epidemia".
Una de las organizaciones socias de Oxfam Intermón en Gaza, Juzoor for Health and Social Development –que opera en más de 50 refugios y numerosos puntos de atención médica en el norte de Gaza, atendiendo a cientos de miles de personas– afirma que se ha observado un preocupante aumento de los brotes de enfermedades.
"Por desgracia” explica desde esa organización Celine Maayeh, “nuestros refugios carecen de sistemas adecuados de saneamiento y alcantarillado, y hace unos días nos llegó la información de que hay zonas infestadas de bichos y moscas. Nuestros equipos de salud llevan meses tratando infecciones cutáneas y casos de diarrea acuosa; además, recientemente, hemos detectado miles de casos de hepatitis A y otras enfermedades gastrointestinales y respiratorias. Si bien hemos conseguido tratarlos, el aumento de las temperaturas y la acumulación de residuos y aguas residuales son el caldo de cultivo perfecto para que se produzca una catástrofe sanitaria que nuestros equipos sanitarios no pueden prevenir sin ayuda externa".
A través de imágenes por satélite, UNICEF ha podido comprobar que el 87 % de las instalaciones críticas de agua y saneamiento de la gobernación de Gaza han sido destruidas o gravemente dañadas, entre ellas al menos cinco proyectos de Oxfam Intermón: tres pozos, una planta desalinizadora y una estación de bombeo de aguas residuales de las que se beneficiaban más de 180.700 personas al día han sido destruidas o han sufrido graves daños. Se cree que otros siete proyectos de agua o saneamiento de Oxfam también han sufrido algún tipo de daño.
Asimismo, los ataques aéreos israelíes han destruido el almacén de uno de los proveedores locales de Oxfam Intermón, donde se guardaban bloques de letrinas –instalaciones de inodoros y duchas– con un valor estimado de 60.000 dólares, construidos específicamente para ayudar a mejorar las condiciones sanitarias de miles de personas.
Los Convenios de Ginebra establecen que los ataques dirigidos a infraestructuras civiles son ilegales. Los importantes daños en las infraestructuras de agua y saneamiento son un ejemplo de los incesantes ataques israelíes a Gaza que, según personas expertas de las Naciones Unidas, pueden haber incumplido las leyes del derecho internacional humanitario.
El Servicio de Agua de los Municipios Costeros, responsable de los servicios de agua y el saneamiento en Gaza y con el que Oxfam trabaja, calcula que los daños en las infraestructuras de agua y saneamiento de Gaza ascienden al menos a 210 millones de dólares. La estimación se basa en evaluaciones de encuestas llevadas a cabo por el personal técnico en la zona, pero no incluye los daños en áreas a las que no se puede acceder debido a los conflictos en curso o a las restricciones militares israelíes. De la misma forma, tampoco tiene en cuenta todos los "daños invisibles" que probablemente ha causado el uso de tanques, bombas y cohetes por parte del ejército israelí.
Según Monther Shoblaq, director ejecutivo de la entidad, el conjunto del sistema de abastecimiento de agua y de gestión de las aguas residuales se encuentra al borde del colapso absoluto a causa de la magnitud de los daños. “No hay electricidad para hacer funcionar los pozos de agua, las plantas desalinizadoras y las plantas de tratamiento de aguas que quedan, por lo que se está produciendo un desbordamiento de aguas residuales. Hacemos todo lo que podemos, pero nos encontramos en una situación desesperada".
A pesar de las condiciones extremadamente hostiles, Oxfam Intermón y sus organizaciones socias locales han podido llevar a cabo reparaciones rápidas en algunas tuberías de agua y aguas residuales que habían sufrido daños graves en las gobernaciones de Rafah, Jan Yunis y Deir Al-Balah, lo cual ha permitido hacer llegar agua potable y saneamiento a 50.000 personas. En una zona de Rafah, se instalaron casi 200 metros de tuberías nuevas antes de la invasión. Oxfam Intermón y sus organizaciones socias también han instalado cinco unidades de desalinización para suministrar agua potable limpia, y finalmente se ha permitido la entrada en Gaza de tres unidades más, tras largas esperas y repetidos intentos.
Se han enviado camiones cisterna con agua que ha salvado vidas a personas que se encontraban en refugios improvisados en Rafah y Jan Yunis, y Oxfam Intermón espera ampliar esta iniciativa para abastecer a más personas en el norte. La labor de Oxfam Intermón en materia de agua y saneamiento ha dado servicio a más de 133.000 personas y la organización está recaudando fondos para ampliar su alcance.
"El ejército israelí está destruyendo todos los aspectos de la vida en Gaza mediante los ataques militares y el asedio, destrozando las escasas infraestructuras civiles que quedaban e impidiendo la entrada de ayuda humanitaria”, dice Franc Cortada. “Necesitamos urgentemente un alto el fuego inmediato y permanente para poner fin a todas las muertes y la destrucción deliberadas, permitir la entrada de más ayuda en Gaza y garantizar la liberación de los rehenes y personas palestinas detenidas injustamente."
Notas para la edición:
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.