Oxfam Intermón está gravemente preocupada por las vidas de alrededor de 500.000 personas palestinas, junto con los más de 200 rehenes israelíes y de otras nacionalidades, actualmente atrapados en un “asedio dentro de un asedio” en el norte de Gaza.
Las fuerzas israelíes han impuesto un dominio casi total sobre la ciudad de Gaza y la región norte, cortando efectivamente el enclave por la mitad desde el muro fronterizo hasta el mar.
Un miembro del personal de Oxfam Intermón ha compartido un relato desgarrador de su familia. “Hoy he escapado a la muerte dos veces”, cuenta. “Nos sentimos como ratas en una jaula. La ciudad de Gaza está cerrada y escuchamos que las personas que viajaban para encontrar refugio en el sur fueron atacadas y asesinadas. Parece que van a bombardear la zona. Shifa es un infierno, una pesadilla, con las aguas residuales desbordadas. Las moscas son como culturistas, enormes, son tan grandes que pululan por todas partes, inmunes a nuestros intentos de aplastarlas. La “zanana” (el sonido de los drones militares) es fuerte y nunca abandona el cielo”.
El trabajador humanitario de Oxfam, Alhasan Swairjo, que ayer logró contactar con sus colegas desde donde se refugia con su familia en el norte de Gaza, ha enviado una nota de voz: “Nuestros hijos están sufriendo”, dice. “No entienden por qué nos hemos cambiado de lugar varias veces, por qué Israel dispara sobre nosotros, por qué nos bombardea. No podemos darles una respuesta. Lo que estamos haciendo es luchar por sobrevivir. Luchamos por sobrevivir, nuestros hijos luchan por sobrevivir”.
“Estamos compartiendo recursos con otras diez familias. Explica Alhasan Swairjo. “Los mercados casi vacíos. No hay comida fresca en toda la ciudad. Dependemos de la comida enlatada. Las panaderías no tienen electricidad y sólo tienen una cantidad limitada de combustible: un día, dos días, cinco días… no lo sabemos. Estamos haciendo pan en casa pero no sabemos si en los próximos días tendremos suficiente gas para cocinar.”
La decisión de Israel de privar a las personas civiles de Gaza de artículos esenciales para su supervivencia, como alimentos, agua, combustible, medicinas y otra ayuda, equivale a un castigo colectivo y una violación del derecho internacional humanitario, según denuncia Oxfam Intermón. Su orden de evacuación del 13 de octubre no disminuye su obligación de proteger a la población civil que no puede o no quieren salir y probablemente sea inconsistente con las obligaciones legales de Israel, dados los peligros adicionales que ha generado, concluye la ONG, que lleva décadas trabajando en Gaza.
La población civil, insiste la organización, nunca debe ser blanco de ataques y, si decide permanecer en sus hogares, tiene derecho a hacerlo en condiciones seguras. Oxfam Intermón cree que existe el riesgo de nuevos costes atroces para la vida civil en el norte de Gaza.
Oxfam Intermón está financiando y manteniendo contactos intermitentes con una serie de organizaciones asociadas que todavía operan en el sur de Gaza, proporcionando ayuda de origen local a las familias. Sin embargo, el apoyo humanitario es prácticamente imposible en el norte.
Los más de dos millones de personas ahora apretujadas en la parte sur de Gaza también se enfrentan a una situación insegura, caótica e incierta, sin agua, alimentos, medicinas y combustible suficientes.
El único punto de cruce en Rafah hacia y desde Egipto está abierto a un virtual goteo de ayuda que ayer aumentó a 102 camiones después de muchos vaivenes diplomáticos, pero no es suficiente para satisfacer las necesidades masivas y siempre crecientes de las personas en Gaza. El suministro de harina de trigo en la franja es ahora tan bajo que podría agotarse en una semana.
Oxfam Intermón ha condenado a Hamás por su ataque del 7 de octubre y por el asesinato de 1.400 israelíes, en su mayoría civiles, y la toma de más de 200 rehenes, todo lo cual violó el derecho internacional humanitario. Todos los rehenes retenidos por Hamás y los grupos armados deben ser liberados de inmediato y sin condiciones.
Oxfam Intermón condena a Israel por su evacuación del norte de Gaza –que equivale a un traslado forzoso– y sus ataques militares aéreos y terrestres que se han cobrado más de 9.000 vidas palestinas y herido a muchos más. 6.086 de las personas fallecidas son mujeres y niños, según datos disponibles hasta el 2 de noviembre.
La crisis militar entre Israel y Hamás y el posterior asedio han provocado una catástrofe humanitaria en Gaza. Israel está utilizando el hambre como arma de guerra, un crimen según el derecho internacional humanitario, y que no se ve mitigado por la reanudación de la entrada de una pequeña cantidad de ayuda a través de Rafah.
Oxfam Intermón está pidiendo un alto el fuego inmediato, la concesión de acceso y ayuda humanitaria, y que la comunidad internacional presione para que se ponga fin a la prolongada ocupación israelí del territorio palestino, incluido el levantamiento del bloqueo de Gaza.
