Pide al Gobierno que incremente los fondos destinados a la ayuda humanitaria
15/03/2022

La crisis de Ucrania intensifica el hambre en Siria: “Antes temíamos morir por la guerra, ahora tememos morir de hambre”

Once años después del inicio del conflicto en Siria, seis de cada diez personas en ese país no saben cómo conseguirán su próxima comida, según denuncia la ONG Oxfam Intermón.

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Hala, de Deir Ez-Zor, come patatas con su hija. Foto:  Islam Mardini/Oxfam.

La organización Oxfam Intermón advierte que la dependencia de las importaciones de Rusia hace que la actual crisis en Europa pueda extenderse a Siria, exacerbando la escasez de alimentos y haciendo que su precio se dispare. El precio de los alimentos en Siria se ha duplicado en el último año.

 

Oxfam ha entrevistado a 300 personas en zonas del país controladas por el Gobierno. Cerca del 90% declara que solo puede permitirse comer pan, arroz y, ocasionalmente, algunas verduras. Tras diez años de conflicto, la onda expansiva de la COVID-19, la crisis bancaria libanesa y la crisis ucraniana, están teniendo graves repercusiones en la tambaleante economía, interrumpiendo las importaciones de alimentos y combustible y haciendo que la libra siria se desplome a una velocidad vertiginosa.

 

“La población”, explica Moutaz Adham, director de Oxfam en Siria, “está al borde del abismo por el colapso de la economía. En los alrededores de Damasco, la gente hace cola durante horas para conseguir pan subvencionado en las panaderías estatales, mientras que niños y niñas rebuscan restos de comida.

 

“Los esfuerzos por poner comida en la mesa”, continúa Adham, hacen que muchas familias recurran a medidas extremas: endeudarse para comprar alimentos, sacar a los niños y niñas de la escuela para que trabajen y reducir el número de comidas diarias. Casar a las hijas jóvenes es otra forma negativa de hacer frente a la situación, ya que es una boca menos que alimentar. Todo ello en un contexto en el que el 9 de cada 10 personas viven en la pobreza, la tasa de desempleo es del 60 por ciento y el salario mínimo mensual en el sector público es de aproximadamente 26 dólares estadounidenses”.

 

“Siria depende en gran medida de Rusia para importar trigo”, añade el director de Oxfam en Siria. “A raíz de la crisis de Ucrania, el Gobierno sirio ha empezado a racionar las reservas de alimentos, incluidos el trigo, el azúcar, el aceite y el arroz, por temor a la escasez y al aumento de los precios, y esto podría ser solo el principio”.

 

No tiene sentido que pensemos en el mañana, si ni siquiera podemos saber qué poner en nuestra mesa hoy para alimentar a nuestras familias”, explica Hala, de la localidad de Deir-ez-Zor. “Trabajo 13 horas al día para alimentar a mi familia”, cuenta por su parte Majed, de la zona rural cercana a Damasco, “pero no parece ser suficiente. A veces me gustaría que el día tuviera más de 24 horas para poder trabajar más. Estoy agotado y no sé cómo voy a sobrevivir a esta dura vida con mi familia”. “Un salario medio sólo cubre la mitad de los gastos básicos”, añade por último Moutaz Adham.

 

Tras once años de crisis en Siria, el dolor y el sufrimiento no hacen más que aumentar. Oxfam Intermón pide a los gobiernos deben centrarse en financiar programas de recuperación y protección social, al mismo tiempo que los programas urgentes de respuesta frente al hambre para salvar vidas.

 

Notas para la edición: 

Oxfam Intermón trabaja en Siria desde 2013 para proporcionar asistencia humanitaria a la población afectada por el conflicto. En el último año, el trabajo de esta ONG llegó a 1,2 millones de personas. Oxfam Intermón trabaja en agua potable, ayuda de emergencia en efectivo y jabón y otros materiales de higiene. Ayuda a las y los agricultores a volver a cultivar y a los panaderos y panaderas a volver a hornear. Lleva a cabo campañas de sensibilización sobre la COVID-19.

 

En Siria hay 12,4 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria, el trabajo infantil se da en el 84 por ciento de las comunidades y el matrimonio infantil de las adolescentes en el 71 por ciento de las comunidades, según las últimas cifras del Panorama de Necesidades Humanitarias.

 

El precio de la cesta básica de alimentos (un grupo de alimentos esenciales) del Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha aumentado un 97 por ciento en el último año.

 

El año pasado, el Gobierno sirio tuvo que importar 1,5 millones de toneladas de trigo, principalmente de Rusia.

 

Como parte de su respuesta de emergencia y seguridad alimentaria, Oxfam Intermón ha entrevistado a 300 personas que forman parte de sus proyectos en las áreas controladas por el Gobierno en las gobernaciones de Alepo, Deir-ez-Zor y Campiña de Damasco, 100 en cada gobernación. Casi nueve de cada diez solo comen pan, arroz y, ocasionalmente, verduras. Además, seis de cada diez personas dicen que ganan menos de lo que necesitan para cubrir sus necesidades alimentarias. Una de cada diez subsiste únicamente a base de pan y té. El pan subvencionado proporciona aproximadamente 840 calorías al día, lo que supone solo el 40 por ciento de las calorías necesarias para sobrevivir (una familia media de cinco personas puede comprar 12 paquetes de pan subvencionado, cada uno de los cuales consta de 7 barras, lo que deja 2,4 barras por persona y día, que no superan las 350 calorías). Sólo el 1,5 por ciento dice que puede permitirse comprar carne y solo en raras ocasiones.

MARÍA JOSÉ AGEJAS

Periodista - Departamento de Comunicación