La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado hoy las cifras preliminares sobre la ayuda oficial al desarrollo (AOD) proporcionada por los países miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) en 2023. En respuesta a las cifras, Pablo Martínez Oses, experto en ayuda de Oxfam Intermón señala que :
"Mantener la ayuda, que ya es insuficiente, en los mismos niveles, cuesta vidas y es un fracaso moral. Una vez más, los países ricos han traicionado su promesa a la población más pobre del mundo: la promesa de acabar con el hambre, invertir en sistemas de salud pública, y garantizar que todas las personas tengan acceso a una educación de calidad.
"No hay excusa que valga. Si aplicaran un modesto impuesto sobre la riqueza, los Gobiernos donantes podrían recaudar más de 1200 millones de dólares al año, una cifra suficiente para triplicar su promesa en materia de ayuda. El dinero para financiar escuelas, hospitales y personal de salud está ahí, pero se lo embolsan los ultrarricos.
"Vivimos en un mundo en el que los hombres más ricos del mundo suman decenas de miles de millones de dólares a sus fortunas en un solo mes, mientras decenas de miles de mujeres de los países más pobres del mundo mueren durante el embarazo y el parto. ¿Qué mayor prueba de injusticia y desigualdad necesitan los países ricos para tomar medidas y cumplir sus promesas en materia de ayuda?"
La AOD en España
En 2023 la AOD española descendió un 17,4%, regresando a valores absolutos por debajo de los 4.000 mill de Euros (3.800 mill. de USD), lo que supuso un 0,24% de su Ingreso Nacional Bruto (INB), cuando en 2022 se alcanzó el 0,30%. España en 2023, incrementó en más de 6.500 millones de euros su deuda histórica con las personas de los países empobrecidos.
El descenso de 2023 es debido principalmente al descenso del gasto realizado dentro de España para costear la ayuda a personas refugiadas ucranianas, que ha pasado de más de 820 millones de euros en 2022 a 265 millones de euros en 2023. Oxfam Intermón ha reiterado que estos gastos son imprescindibles para atender a todos los casos de asilo y refugio, aunque no deberían ser computados como AOD porque inflan artificialmente lo que deberían ser fondos destinados a los países empobrecidos.
Tal y como era previsible, por el retraso del gobierno español en completar la reforma con transformación y refuerzos de capacidades e instrumentos del sistema de cooperación y por el crecimiento de la RNB española en 2023, nos mantenemos en el furgón de cola de los países donantes. Muy por debajo de la media de los países miembros del CAD (0,37% AOD/INB) y más lejos aún del compromiso del 0,7% que España asumió en 1991 y fue recientemente reiterado por la práctica totalidad del Parlamento y por el gobierno.
La prórroga de los PGE 2024 no puede impedir que el gobierno aumente con urgencia este mismo año los fondos de AOD española con los mecanismos disponibles al efecto. Al tiempo se espera una propuesta ambiciosa de crecimiento presupuestario para los PGE 2025 que no puede ser inferior al 0,45% de AOD/RNB, además de incluir compromisos plurianuales claros. Esto exige prácticamente duplicar la actual AOD española el próximo año para situarnos en la senda del compromiso recogido en la nueva ley de cooperación, que se compromete a alcanzar el 0,7% en 2030.
“Cualquier otro escenario supone que España no asume su responsabilidad internacional con los ODS y en particular con la lucha contra la pobreza y las desigualdades, como una contribución obligatoria primordial para transformar el modelo de desarrollo y hacerlo sostenible, justo y universal”. Es preciso que el gobierno español finalice con este estancamiento de la AOD española que ya dura más de una década, más aún ante la proximidad de la Cumbre Mundial de Financiación para el Desarrollo que se celebrará en Madrid en junio de 2025.
