El ataque militar israelí en el sur de Gaza está provocando destrucción, peligro, terror y sufrimiento entre los civiles a tal escala que hace imposible cualquier respuesta humanitaria en todo el enclave, según la ONG Oxfam Intermón.
La pesadilla se está desarrollando ante los ojos de la comunidad internacional. “Nuestros líderes políticos no están consiguiendo –por abyecta debilidad– lograr un alto el fuego, que es la única acción humanitaria posible que ahora realmente importa”, afirmó Marta Valdés García, directora humanitaria de Oxfam Intermón.
Oxfam Intermón afirma que muchos miembros de la comunidad internacional –particularmente los que apoyan al Estado de Israel– son cómplices de la muerte masiva, el desplazamiento forzado, el hambre y las privaciones que se están infligiendo a más de 2 millones de personas que están encerradas y trasladadas por las zonas que son objetivo de Israel en Gaza, tanto en el norte como en el sur.
El personal de Oxfam Intermón en Gaza habla de niños y niñas pequeños que piden a sus padres que empaqueten su ropa en bolsas separadas para su próximo desplazamiento bajo los ataques, por si sus padres mueren. Las personas en Gaza batallan cada minuto por cubrir necesidades básicas como alimentos, agua y combustible.
“Esta es una de las guerras más difíciles que hemos vivido”, dice desde Gaza una persona de una de las organizaciones con las que trabaja Oxfam Intermón. Si miras a tu alrededor, ves personas desplazadas, heridas, gente durmiendo en las calles… Nosotros estamos enfrentando muchas dificultades para distribuir ayuda porque no hay un lugar seguro en Gaza. Cada zona puede ser peligrosa, todos y cada uno de los lugares pueden ser bombardeados en cualquier momento”.
Prácticamente ya no llega ayuda a Gaza. Cualquier cantidad que Israel pueda permitir que entre es insuficiente y no puede distribuirse de manera segura entre las personas que se ven constantemente obligadas a huir para salvar sus vidas. “Este tipo de caos sistémico y militarizado ha abrumado al sistema humanitario internacional. A nuestros gobiernos no les queda ni siquiera la habitual cortina de humo del humanitarismo para esconderse mientras Israel lleva a cabo su campaña de castigo colectivo”, dice García.
“Las llamadas zonas seguras de Israel dentro de Gaza son un espejismo: desprotegidas, no acordadas ni confiables, no equipadas y no accesibles. Tenemos temores genuinos de que masas de personas aterrorizadas se vean obligadas a salir de Gaza bajo el pretexto de la seguridad”, añade la directora humanitaria de Oxfam Intermón. “Esto obligaría al sistema humanitario a tomar una decisión imposible entre ayudar a los civiles y ser cómplice de su deportación forzosa”.
“La terrible ironía es que esta destrucción militarizada de Gaza está literalmente destruyendo cualquier posibilidad de seguridad real tanto para los palestinos como para los israelíes. Gaza necesita un alto el fuego ahora y las agencias humanitarias necesitan la garantía de un acceso seguro para ayudar a su gente y salvar vidas”.
