Mohamed Yasser Ali, pescador de Yemen. Foto: Pablo Tosco
Tras una década perdida, los presupuestos generales del estado (PGE) prevén para 2021 un aumento de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD): 513 millones más que, de llegar a ejecutarse en su totalidad, supondrían un incremento del 20% sobre el presupuesto anterior.
Un aumento, según la ONG Oxfam Intermón, muy inferior a los 900 millones anuales necesarios para alcanzar la meta comprometida por el Gobierno del 0,5% en 2023, que serviría para situar a España en el nivel promedio de los donantes de los estados miembros de la Unión Europea.
Es una de las conclusiones del informe La Realidad de la Ayuda, el análisis anual sobre cooperación que elabora Oxfam Intermón. Según este informe, durante 2019 la ayuda oficial al desarrollo alcanzó apenas el 0,21% de la Renta Nacional Bruta (RNB). España es, tras Irlanda, el país donante de la OCDE donde más ha caído la solidaridad desde 2008.
“Como miembro de la comunidad internacional, España debe contribuir a la respuesta mundial a la COVID19 y contribuir a revertir la desigualdad que sin duda va a dejar la pandemia””, dice Jaime Atienza, autor del informe y experto en deuda y cooperación de Oxfam Intermón. “Tras una década perdida con la cooperación por debajo del 0,2%, España debe refundar su sistema con una nueva estrategia, un plan de inversiones calendarizado para llegar al 0,5%, y un plan de reformas en sus instituciones asentado en una nueva ley de desarrollo internacional sostenible”.
Oxfam Intermón recuerda que la pandemia se suma a las graves consecuencias del cambio climático y a un número record de personas afectadas por conflictos, por lo que considera inaplazable relanzar la cooperación internacional, y pide a España que juegue un papel protagonista en este proceso.
El informe destaca que ya ha habido señales positivas, y califica 2020 como un “año de transición” que debe marcar el comienzo de un nuevo tiempo para la AOD española. Entre esas señales, destaca que, durante este año, España ha retornado como donante a varios fondos internacionales a los que había dejado de contribuir durante años, como el Fondo Global contra el VIH, la malaria y la tuberculosis, o el Fondo para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La letra pequeña
Del total de la AOD ejecutada en el año 2019, más del 57% son contribuciones a las que España está obligada por su pertenencia a la Unión Europea y otros organismos internacionales, o bien forma parte del cómputo de la ayuda a personas refugiadas en territorio español, que según Oxfam Intermón no debería de considerarse ayuda oficial al desarrollo. Si a esas cifras le sumamos el 12% de la cooperación descentralizada, que procede de comunidades autónomas o entidades locales, tenemos que la Administración Central apenas decidió sobre el 30% de la AOD.
En 2019 la AECID, que debería ser el principal organismo ejecutor, vuelve a quedarse en mínimos históricos, con tan solo el 9,1% del total de la AOD ejecutada, cuando cuenta con 900 profesionales, 31 oficinas de cooperación, 4 centros de formación 19 centros culturales, una red extraordinaria que debería estar en condiciones de gestionar la mayor parte de la cooperación bilateral.
Además, en el 2019, el total de ayuda humanitaria española fue de 62 millones de euros, 2,5 veces el presupuesto humanitario de Oxfam Intermón en ese mismo año, 24,7 millones de euros. Alemania donó el equivalente al doble de toda la ayuda humanitaria española tan sólo para la crisis de Yemen.
Apuesta tímida en los PGE
En cuanto a los PGE de 2021, la AOD en nuestro país llegaría al 0,25% de la RNB lo que, según la ONG, no bastaría para lograr el objetivo comprometido por el actual gobierno de llegar al 0,5% durante la legislatura. El incremento sobre el papel de 513 millones de euros se concentra en: contribuciones multilaterales, ayuda a personas refugiadas en España (137 millones), y cooperación descentralizada.
Oxfam Intermón llama la atención por el hecho de que crezca más la aportación al Instituto Cervantes, con 32 millones, que la que corresponde a la AECID, que tan solo crece 18 millones de euros del total de 513 de aumento presupuestario. Con una subida tan exigua, la Oficina humanitaria de la Agencia apenas aumenta 5 millones de euros, y las partidas destinadas a las actuaciones canalizadas a través de las ONGD se mantienen congeladas.
El debate abierto todavía sobre las enmiendas a los PGE 2021 permite cambiar el enfoque, y llevar más ayuda donde más falta hace y más rápido llega a las personas más vulnerables: aumentando precisamente la ayuda humanitaria y aquella canalizada a través de ONGD.
Salir del furgón de cola
A juicio de Oxfam Intermón, España tiene la oportunidad histórica, tras el Brexit, de formar parte del cuarteto de países que lidere la cooperación europea junto a la Comisión Europea. Sin embargo, con sus actuales cifras es muy difícil lograrlo. En términos de porcentaje respecto a la RNB, en 2019 España aportó en AOD menos de la mitad que Francia, y un tercio de lo aportado por Alemania. “Cerrar esa brecha es esencial para construir la cooperación del futuro y ser un socio confiable”, asegura Atienza.
“El 74% de la población española considera una prioridad que el gobierno español aborde el problema de la pobreza en los países en desarrollo”, señala el autor del informe, citando el Eurobarómetro 2019, “y es un resultado que se repite año tras año”.
Oxfam Intermón critica la desproporción entre el dinero extra que España recibirá como ayuda de la UE (140.000 millones en total) y el dinero extra que España destinará a la ayuda al desarrollo (513 millones en 2021). “De los 24.000 millones del fondo europeo para la recuperación que recibirá España y que ya figuran en los presupuestos del año que viene, tan sólo hay 1,3 millones destinados a la AECID, una miseria”, señala Atienza.
“Tras una década perdida que ha dejado a España en el furgón de cola de los donantes”, continúa, “pedimos un proceso de refundación, que incluya una nueva visión estratégica, un plan claro de inversiones y una serie de reformas, empezando por la renovación de la ley de cooperación de 1998 y el fortalecimiento de la AECID, que debería volver a ejecutar el 50% del presupuesto de AOD”.
La AOD sólo es una parte de la ecuación para que la Agenda 2030 no quede en papel mojado, dice Jaime Atienza. “Es imprescindible financiación a gran escala usando dos herramientas: una fiscalidad progresiva sin evasión ni elusión fiscal, y la cancelación de la deuda para asegurar que los países menos avanzados pueden usar el dinero para combatir la crisis sanitaria, fortalecer la sanidad pública, implantar sistemas de protección social y preparar la recuperación”.
Oxfam Intermón recuerda que la COVID19 deja 350 millones de empleos perdidos, 270 millones de personas pasando hambre y 115 millones en la pobreza extrema.
“Estamos ante un impacto brutal, el mayor del siglo, en términos de empleo, pobreza y hambre”, concluye Atienza. “Y el mundo llega a esa situación con una deuda que duplica a la riqueza del planeta. Si sumamos a esto los efectos del cambio climático y los conflictos, vemos la urgencia de potenciar el sistema de cooperación en todo el mundo, y asegurar su necesaria refundación en España”.
Notas para la edición:
Resumen del informe.
Puede consultar el informe completo “La Realidad de la Ayuda” aquí.
Más información sobre la Ayuda Oficial al Desarrollo en http://www.realidadayuda.org/
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.