El IPCC presenta hoy una imperiosa llamada de atención para que la industria mundial cambie del petróleo, gas y carbón a las energías renovables. Los gobiernos deben usar la ley para imponer este cambio con urgencia. La ciudadanía debe utilizar su propio poder político y sus comportamientos para impulsar a las grandes corporaciones y gobiernos contaminantes en la dirección correcta.
El informe confirma que el cambio climático agrava los desastres naturales. En la imagen, Beira (Mozambique) tras el paso del ciclón Idai. Foto: Micas Mondlane / Oxfam Novib
Declaraciones de la líder de política climática de Oxfam, Nafkote Dabi, en respuesta a la contribución del Grupo de Trabajo I del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) al sexto Informe de evaluación (AR6):
“Ante un mundo que en parte se quema, en parte se ahoga y en parte se muere de hambre, el IPCC presenta hoy una imperiosa llamada de atención para que la industria mundial cambie del petróleo, gas y carbón a las energías renovables. Los gobiernos deben usar la ley para imponer este cambio con urgencia. La ciudadanía debe utilizar su propio poder político y sus comportamientos para impulsar a las grandes corporaciones y gobiernos contaminantes en la dirección correcta. No existe un Plan B.
El IPCC aúna el mayor consenso político y científico en la materia al más alto nivel mundial. Este panel describe cómo se estrechan las posibilidades de mantener el calentamiento global en 1,5 ° C y evitar el desastre planetario. Marca la agenda para la cumbre climática de Glasgow a finales de este año, que deberá marcar un antes y un después.
Este informe es una prueba aún más irrefutable de que el cambio climático está ocurriendo ahora, y de que el calentamiento global ya es uno de los impulsores más dañinos del empeoramiento del hambre, la migración, la pobreza y la desigualdad en todo el mundo.
En los últimos años, con 1 ° C del calentamiento global, ha habido ciclones mortales en Asia y América Central, inundaciones en Europa y el Reino Unido, enormes enjambres de langostas en África y olas de calor e incendios forestales sin precedentes en Estados Unidos y Australia, todos propulsados por el cambio climático. En los últimos diez años, más personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por desastres climáticos extremos que por cualquier otra razón: 20 millones al año, o una persona cada dos segundos. El número de desastres relacionados con el clima se ha triplicado en 30 años. Desde el año 2000, la ONU estima que 1,23 millones de personas han muerto y 4,2 mil millones se han visto afectados por sequías, inundaciones e incendios forestales.
El uno por ciento más rico de las personas del mundo, aproximadamente 63 millones de personas, son responsables de más del doble de contaminación de carbono que los 3.100 millones de personas que constituyen la mitad más pobre de la humanidad. Las personas con dinero y poder podrán comprar algo de protección contra los efectos del calentamiento global durante más tiempo que las personas sin esos privilegios y recursos, pero no para siempre. Nadie está a salvo. Este informe deja claro que nos encontramos en una etapa en la que la autoconservación es un proceso colectivo o será un fracaso.
El calentamiento global es un factor básico que subyace en detrás de todas las regresiones que estamos viendo en el desarrollo humano. Los principales causantes del calentamiento global, es decir, los países ricos que han cosechado riquezas masivas quemando combustibles fósiles, deben de ser los primeros en reducir sus emisiones, más rápido y más a fondo. También deben pagar su deuda climática con los países en desarrollo mediante la ampliación de la financiación para ayudarlos a adaptarse a los efectos del cambio climático y la transición a energías limpias. El resto de grandes contaminadores también debe reducir drásticamente las emisiones. El mundo tiene mucho que ganar en términos de seguridad humana, desarrollo, oportunidades y puestos de trabajo mediante la gestión de una economía global basada en las energías renovables, y mucho que perder si no se detienen las actuales inercias.
Muy pocos países, y ninguno del mundo rico, han presentado planes climáticos consistentes con mantener el calentamiento por debajo de 2 ° C, y mucho menos de 1,5 ° C. Si las emisiones globales continúan aumentando, el umbral de 1,5 ° C podría romperse a principios de la próxima década. El informe del IPCC debe impulsar a los gobiernos a actuar juntos y construir una economía global más justa y ecológica para garantizar que el mundo se mantenga dentro de los 1,5 ° C de calentamiento. Deben cimentar esto en Glasgow. Los gobiernos de los países ricos deben cumplir su promesa de financiar con $ 100.000 millones al año a los países más pobres para lidiar con la crisis climática. Desde Oxfam recordamos que no solo no han cumplido su promesa, sino que han inflado los informes de sus contribuciones hasta en tres veces.
Notas para la edición:
Los desastres relacionados con el clima extremo fueron el principal factor de desplazamiento interno durante la última década, con más de 20 millones de personas al año, una persona cada dos segundos, obligadas a abandonar sus hogares. Para obtener más información, descargue el informe de Oxfam Intermón Forced from Home.
Según la ONU, el drástico aumento en el número de sequías, inundaciones e incendios forestales se ha cobrado 1,23 millones de vidas y ha afectado a 4.200 millones de personas desde el año 2000.
El uno por ciento más rico fue responsable del 15 por ciento de las emisiones agregadas a la atmósfera entre 1990 y 2015, más que todos los ciudadanos de la UE y más del doble que la mitad más pobre de la humanidad (7 por ciento). El 10 por ciento más rico representó más de la mitad (52 por ciento) de las emisiones durante este tiempo. Para obtener más información, descargue el informe de Oxfam Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono.
El Climate Finance Shadow Report 2020 de Oxfam ofrece una evaluación del progreso hacia el objetivo de $ 100.000 millones. Considera cómo se cuentan y gastan la financiación climática, hacia dónde se dirige, qué tan cerca estamos del objetivo y qué lecciones hay que extraer.
Oxfam Intermón ha informado recientemente de que el número de personas que sufren condiciones similares a la hambruna se ha multiplicado por seis desde que comenzó la pandemia.
Oxfam Intermón apoya una variedad de proyectos climáticos en todo el mundo, y trabaja con las comunidades locales más afectadas por la crisis climática. Por ejemplo, estamos ayudando a las comunidades agrícolas rurales en Uganda y Zimbabue a desarrollar resiliencia contra los efectos del cambio en los patrones de lluvia, apoyando a los pueblos y comunidades indígenas para defender sus derechos sobre los bosques y la tierra en la Amazonía, restaurando tierras degradadas mediante la agrosilvicultura en el Sahel y Bolivia y ayudando a que comunidades agrícolas obtengan ingresos dignos de su actividad. Más información.
Periodista - Departamento de Comunicación
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