Los nueve nuevos multimillonarios tienen una riqueza neta que suma 19.300 millones de dólares, suficiente para vacunar completamente a todas las personas en países de bajos ingresos. Mientras tanto, a pesar de albergar el 10% de la población mundial, estos países sólo han recibido el 0,2% del suministro mundial de vacunas, debido a la enorme escasez de dosis disponibles.
Los miembros más relevantes del G20, que se reúnen este viernes, incluidos el Reino Unido y Alemania, están bloqueando los diferentes movimientos para impulsan el fin al control monopolístico de la producción de vacunas por parte de las empresas. La COVID-19 continúa devastando vidas en países como India y Nepal donde sólo una pequeña fracción de la población ha sido vacunada.
Además, ocho de los multimillonarios ya existentes, que tienen relación con las farmacéuticas que están desarrollando las vacunas para la COVID-19, han visto aumentar su riqueza en 32.200 millones de dólares, suficiente para vacunar a todas las personas en la India.
Activistas de la Alianza People’s Vaccine, cuyos miembros incluyen Global Justice Now, Oxfam y ONUSIDA, han analizado los datos de la lista Forbes de las personas más ricas y destacan la enorme riqueza que se está acumulando en manos de muy pocas personas gracias a las vacunas, que han sido financiadas en gran parte con fondos públicos.
“Esto no es sino el testimonio de nuestro fracaso colectivo como sociedad para controlar esta cruel enfermedad”, dice Anna Marriott, responsable de Políticas de Salud de Oxfam. “Se pueden crear rápidamente nuevos multimillonarios, pero no somos capaces de vacunar a los miles de millones de personas que necesitan sentirse a salvo”.
“Estos multimillonarios son el rostro humano de las enormes ganancias que muchas corporaciones farmacéuticas están obteniendo del monopolio que tienen sobre estas vacunas. Estas vacunas fueron financiadas con dinero público y deberían ser, ante todo, un bien público mundial, no una oportunidad de lucro privada. Necesitamos poner fin urgentemente a estos monopolios para que podamos aumentar la producción de vacunas, bajar los precios y vacunar al mundo”.
La alianza advierte que estos monopolios permiten a las grandes farmacéuticas un control total sobre el suministro y el precio de las vacunas, aumentando sus ganancias y dificultando que los países pobres, en particular, aseguren las existencias que necesitan.
A principios de este mes, Estados Unidos respaldó las propuestas de Sudáfrica e India en la Organización Mundial del Comercio para romper temporalmente estos monopolios y levantar las patentes de las vacunas COVID-19. Este movimiento cuenta con el apoyo de más de 100 países en desarrollo, y en los últimos días países como España también han manifestado su apoyo, al igual que el Papa y más de 100 líderes mundiales y premios Nobel.
A pesar de esto, otras naciones ricas, incluidos el Reino Unido y Alemania, siguen bloqueando la propuesta, anteponiendo el interés de las empresas farmacéuticas al global. Italia, que mañana será la sede de la Cumbre de Salud Global del G20, sigue estando al margen del tema, al igual que Canadá y Francia.
“Es absolutamente repugnante que el Reino Unido, Alemania y otros quieran anteponer los intereses de los multimillonarios propietarios de las grandes farmacéuticas a las necesidades de miles de personas que mueren cada día en India”, explica Heidi Chow, directora sénior de políticas y campañas de Global Justice Now. “Las vacunas tan efectivas que tenemos se deben a la inversión de dinero público, por lo que no puede ser justo que los particulares estén cobrando mientras cientos de millones de personas enfrentan una segunda y tercera oleadas completamente desprotegidas.”
Encabezando la lista de nuevos multimillonarios que se han beneficiado del éxito de las vacunas COVID se encuentran los directores ejecutivos de Moderna y BioNTech, cada uno con una riqueza de más de cuatro mil millones de dólares o más. La lista también incluye a dos de los inversores fundadores de Moderna y al presidente de la empresa, así como al director ejecutivo de una empresa con un acuerdo para fabricar y envasar la vacuna Moderna. Esto es a pesar de que la gran mayoría de los fondos para la vacuna Moderna fueron pagados por los contribuyentes. Los tres últimos nuevos multimillonarios son todos cofundadores de la empresa china de vacunas CanSino Biologics.
“Si bien las empresas que obtienen enormes beneficios de las vacunas COVID se niegan a compartir su ciencia y tecnología con otras para aumentar el suministro mundial de vacunas, el mundo sigue enfrentándose a un riesgo muy real de mutaciones eso podría hacer que las vacunas que tenemos sean ineficaces y poner a todos en riesgo nuevamente”, según subraya Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
"La pandemia ha tenido un coste humano terrible, por lo que es obsceno que las ganancias continúen priorizándose sobre salvar vidas".
