Notas de prensa

Las nuevas normas empresariales de la UE protegen a los financiadores de combustibles fósiles  y a sectores que favorecen la explotación laboral

Escrito por JESSICA ROMERO | Dec 14, 2023 10:00:23 AM

Hoy, la UE ha llegado a un acuerdo importante para tener una norma europea que responsabilice a las empresas por el daño que causan a las personas y al planeta: la Directiva de Debida Diligencia Corporativa (CSDDD en sus siglas en inglés).

 

Oxfam Intermón considera que este acuerdo marca un hito importante para que las grandes empresas tengan que actuar de forma responsable hacia las personas y el plantea. Pero no es suficiente, ya que algunos lobbies empresariales y un grupo de países de la UE liderados por Francia y Alemania han excluido algunos puntos importantes.

 

En primer lugar, la ley dejará al 99% de las empresas libres de responsabilidad, ignorando a muchas empresas en sectores que favorecen la explotación laboral. En segundo lugar, Francia ha protegido a los bancos e inversores para que puedan seguir financiando constantes violaciones de derechos humanos y la destrucción del medio ambiente. En tercer lugar, Alemania ha dificultado el acceso a la justicia para las personas y comunidades afectadas por los abusos de las empresas".

 

“Desde Oxfam Intermón seguiremos luchando para para que estas obligaciones se reflejen cuanto antes en la normativa española y que las empresas españolas sean responsables de sus impactos. Esta regulación es vital para las relaciones entre España y América Latina, teniendo en cuenta que las mayores empresas españolas obtienen el 23,3% de sus ingresos exteriores de Latinoamérica y que casi la mitad (47%) de sus plantillas fuera de España están en países latinoamericanos señala María Bardolet, responsable de Sector Privado y Derechos Humanos de Oxfam Intermón.

 

"Este acuerdo es fundamental para reforzar la obligatoriedad de las empresas en torno a los impactos negativos que su actividad genera a lo largo de su cadena de valor porque la realidad nos demuestra que la voluntariedad no es suficiente: desde la catástrofe del Rana Plaza en Bangladesh, en la que murieron 1134 trabajadoras textiles en condiciones deplorables y más de 2000 resultaron heridas, han seguido ocurriendo múltiples desastres humanos y ambientales en grandes proyectos mineros y energéticos en diferentes zonas del planeta” concluye Bardolet.