Muchas familias palestinas, que ya han sido desplazadas por la fuerza innumerables veces desde octubre, están moviéndose una vez más, incluidos los trabajadores y trabajadoras humanitarios que son fundamentales para proporcionar la limitada respuesta de ayuda que aún es posible.
Al menos 24 ONG han informado de los impactos de las órdenes de la semana pasada que han provocado el desplazamiento forzado de su personal, la interrupción de las operaciones y el ataque de al menos un centro con civiles en su interior. Los almacenes de suministros se encuentran dentro de los bloques que han recibido órdenes de desplazamiento.
Las llamadas órdenes de “evacuación” emitidas por las autoridades israelíes los días 13, 15, 16 y 21 de agosto siguen obstaculizando las operaciones de ayuda, afectando a varias agencias, entre ellas Save the Children, Mercy Corps, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), MSF, Solidarités International, Medical Aid for Palestinens, Oxfam, Humanity & Inclusion, Acción contra el Hambre, Islamic Relief, Project HOPE, DanChurchAid y Norwegian Church Aid y sus socios, y a las organizaciones palestinas socias de ActionAid, War Child, el Consejo Danés para los Refugiados, Médicos del Mundo, Middle East Children’s Alliance y WeWorld.
La ONU afirma que las múltiples órdenes emitidas por las fuerzas israelíes en Jan Yunis y Deir al Balah entre el 8 y el 17 de agosto han afectado a 17 centros de salud, incluidos cinco centros de atención primaria y nueve puntos médicos, lo que ha interrumpido estos servicios de salud esenciales. Las interrupciones también amenazarán la capacidad de administrar las vacunas contra la polio, que son tan necesarias en la actualidad, cuando lleguen a Gaza.
La población está aislada de la ayuda vital, ya que las organizaciones que entregan artículos esenciales como el agua enfrentan dificultades de acceso.
Se debe permitir que las organizaciones humanitarias entreguen la ayuda en función de las necesidades, en lugar de que una de las partes en el conflicto designe zonas seguras.
Jeremy Stoner, director regional de Save the Children para Oriente Medio, explica: “Incluso si las autoridades israelíes permitieran la entrada de las vacunas contra la polio, con los principales equipos de respuesta en Gaza constantemente acorralados de un lugar a otro, ¿cómo podemos realizar una campaña eficaz y llegar a los niños y niñas que necesitan urgentemente esa protección? Si quieren entender la situación del acceso, esto es lo que deben solucionar, y no el goteo de camiones a los que se permite entrar excepcionalmente”.
“Los palestinos de Gaza han sido desarraigados sin descanso, obligados a trasladarse de una zona supuestamente 'segura' a otra, soportando penurias y pérdidas inimaginables”, dice por su parte Sally Abi Khalil, directora regional de Oxfam para Oriente Medio y el Norte de África. “Entre estas personas hay valientes trabajadores y trabajadoras humanitarios que arriesgan sus vidas cada día para salvar a otros. Nuestra capacidad para proporcionar ayuda significativa en cualquier parte de Gaza no satisface nuestras ambiciones, y mucho menos las necesidades abrumadoras. Deir al Balah, en su día declarada zona humanitaria, ahora está siendo atacada con bombardeos a nuestras puertas”.
“Somos una organización humanitaria que intenta prestar servicios humanitarios en lo que Israel había declarado unilateralmente como 'zona humanitaria'. Estas condiciones no solo nos castigan a nosotros, sino que afectan a los civiles que necesitan asistencia desesperadamente”, añade Suze van Meegen, directora interina de NRC en Palestina.
“La situación se ha vuelto increíblemente peligrosa”, relata Lena (nombre supuesto), del equipo de Mercy Corps en Gaza. “Hay combates constantes y los sonidos de los bombardeos y las explosiones son claramente audibles. Las enfermedades de la piel se están extendiendo rápidamente. Todos nos estamos volviendo paranoicos y pensamos que nos vamos a infectar. El coste físico es real. He estado teniendo fuertes dolores de estómago, probablemente por el agua contaminada que nos obligan a beber. No sé cuánto tiempo más podremos sobrevivir así”.
Durante más de 10 meses, las organizaciones humanitarias han pedido un alto el fuego inmediato y sostenido. Ahora, el riesgo inminente de un brote de polio y la necesidad urgente de vacunar a los niños en Gaza hacen que esto sea más urgente que nunca.
Todas las partes en conflicto tienen la obligación de facilitar el acceso humanitario en todo momento. Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar que se satisfagan las necesidades humanitarias de la población ocupada. Esto incluye facilitar la ayuda humanitaria y crear condiciones que permitan el suministro seguro de suministros, y así lo ha ordenado la Corte Internacional de Justicia en sus medidas provisionales del 26 de enero y el 24 de mayo.
Rafah sirvió como el principal centro de operaciones de ayuda humanitaria en Gaza hasta principios de mayo, cuando las fuerzas israelíes ampliaron sus operaciones terrestres allí. Las agencias de ayuda humanitaria se vieron obligadas a trasladar sus operaciones a Deir al Balah. Con el norte de Gaza diezmado y el sur de Gaza en gran medida inaccesible, la población civil y los equipos humanitarios ahora no tienen ningún lugar a donde ir.
Firmado por:
- Save the Children
- War Child
- ActionAid
- DanChurchAid
- Solidarités International
- Islamic Relief
- Middle East Children’s Alliance
- Danish Refugee Council
- WeWorld
- Humanity & Inclusion/ Handicap International (HI)
- Norwegian People's Aid
- Project HOPE
- The Palestinian Association for Empowerment and Local Development – REFORM
- Agricultural Development Association - PARC
- Anera
- Médicos del Mundo
- Médecins Sans Frontieres / Doctors Without Borders (MSF)
- Medical Aid for Palestinians
- Norwegian Church Aid
- Action Against Hunger
- ChildFund Alliance
- Global Communities
- Mercy Corps
- Oxfam
- CARE International
- Norwegian Refugee Council (NRC)
- American Friends Service Committee (AFSC)
