Las políticas de externalización de fronteras en Níger son ineficaces, aumentan los peligros para las personas migrantes y vulneran derechos humanos. Así lo afirma el estudio “Níger gendarme de Europa. Consecuencias de la externalización de fronteras en el Sahel”, que ha presentado hoy Oxfam Intermón.
El informe analiza los efectos de la externalización de la gestión migratoria en Níger, y señala a España como uno de los mayores implicados en el dispositivo de control en la zona del Sahel.
También analiza la desviación de fondos europeos de desarrollo hacia seguridad y desvela los mecanismos existentes de expulsión, evacuación y deportación desde Argelia y Libia, a través del llamado retorno voluntario y de campañas de disuasión sobre los peligros de la migración.
NÍGER, LA 'FRONTERA AVANZADA' DE EUROPA EN EL SAHEL
El informe denuncia la visión eurocéntrica que propaga la falsa idea de que la Unión Europea es el destino principal de las personas que migran, cuando en realidad los desplazamientos intraafricanos suponen el 75% del total de las migraciones de personas africanas.
Desde 2015, la UE ha consolidado una política de contención migratoria en países vulnerables y de tránsito del Sahel, que, encargados de gestionar la inmigración legal y luchar contra la inmigración irregular, se han convertido en una “frontera avanzada”. Mediante inversión en seguridad, fomento de deportaciones y condicionalidad de la Ayuda Oficial al Desarrollo, Níger, principal corredor hacia Europa, ejerce de gendarme de la Unión, según denuncia Oxfam Intermón.
“La UE utiliza su ayuda oficial al desarrollo como moneda de cambio para instar a los países con menor capacidad de negociación a comprometerse con el freno migratorio .Se trata de la imposición de los intereses europeos mediante la “condicionalidad negativa” que, además de vulnerar la eficacia de la ayuda, permite reducirla si los terceros países no cumplen con las exigencias de la UE en materia migratoria”.
EVA GARZÓN
Responsable de Desplazamiento Global de Oxfam Intermón
Níger constituye un espacio en movimiento en el que la externalización de fronteras europeas tiene consecuencias diversas como la mayor vulnerabilidad para las personas migrantes por la clandestinidad creciente de los itinerarios. Oxfam Intermón aporta y analiza otras afectaciones a través de dos estudios de caso. Por un lado, en Agadez, que representa el cruce de caminos de las rutas africanas hacia el norte y ahora también hacia el sur, donde confluyen las personas expulsadas y/o adheridas al retorno voluntario de organismos internacionales y las que aún quieren seguir hacia destinos septentrionales. Por otro lado, también se aborda el “fenómeno de Kantché”, unas movilidades femeninas de Níger a Argelia que arrojan luz sobre cómo afectan las expulsiones en comunidades locales.
El informe recoge testimonios que ejemplifican el sufrimiento que genera esta política: “Mi mujer me esperaba en casa, pero hasta día de hoy no sabe dónde estoy. Insistí en hablar con ella, pero no me dejaron. Está embarazada de dos meses y solo quiero decirle que estoy vivo”, explica un migrante de Costa de Marfil en el centro de tránsito de la Organización Internacional de las Migraciones en Agadez. Otro, procedente de Liberia, relata una situación parecida. “Mi pequeño se quedó allí (en Níger) porque era nacido allí, como la madre, pero como yo estaba en situación irregular, me abandonaron en el Sáhara” .
MUJERES Y VIOLENCIAS
El informe pone en entredicho el enfoque político actual que prioriza la securitización en lugar del desarrollo y que desprotege a las personas en movimiento, vulnerando sus derechos básicos en nombre de la contención. Para ello, también propone recomendaciones y medidas alternativas para la gestión de las migraciones en Níger a partir de un enfoque de género.
“A lo largo de la ruta, las mujeres sufren todo tipo de violencias, parecidas a las que pueden encontrar todas las personas migrantes, pero siempre de forma más grave, ya sean atracos, agresiones físicas, violaciones o asesinatos de los cuales son a veces víctimas o testigos”, explica Garzón.
Según recoge el informe, muchas comentan que “en la ruta te atracan y si no tienes dinero te violan”. Algunas añaden otros tipos de violencia: “a mi hija le cortaron la mano” o relatan experiencias trágicas: “mi hija murió en la ruta mientras viajaba con mis cuatro hijos”. Otras evocan la violencia y las humillaciones sufridas en el país vecino: “En Argelia me robaron, me hicieron desnudar y se llevaron mi ropa”.
RECOMENDACIONES
La organización propone recomendaciones y medidas alternativas a la UE, España y los Estados africanos y al Gobierno de Níger: “Es necesario efectuar un cambio de paradigma desde la UE y los gobiernos africanos para que seguridad y desarrollo pongan a las personas en el centro, concebir la migración en clave positiva y vinculada al desarrollo. Asimismo, usar los fondos de AOD europeos acorde a su fin y sin vínculo a la condicionalidad negativa y fomentar vías legales y seguras en el marco de los acuerdos entre la UE y los Estados africanos”, añade Garzón.
