La ONG inicia una recogida de firmas para pedir al gobierno más fondos para ayuda humanitaria
Said Abdi Duale, pastor somalí que ha perdido casi todo su ganado, muestra el cuenco, ahora vacío, con el que solía ordeñar a sus camellas. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón.
La crisis alimentaria que sufre el este de África está a punto de alcanzar su punto más crítico. Según cálculos de la ONG Oxfam Intermón es probable que, de aquí a julio, una persona muera cada 28 segundos por hambre en Etiopía, Kenia, Somalia y Sudán del Sur.
Ante la gravedad de la situación, Oxfam Intermón pide al gobierno de España que incremente su ayuda humanitaria hasta llegar al 10% del total de la Ayuda Oficial al Desarrollo. Para ello ha iniciado una campaña de recogida de firmas que bajo el lema “El hambre tiene solución” pretende movilizar a la opinión pública para que exija al gobierno ese incremento. La ONG aprovecha la conmemoración este jueves del Día de África para llamar a la participación ciudadana en esta petición.
Oxfam Intermón pide también que la Unión Europea y la comunidad internacional incrementen los fondos para paliar la crisis alimentaria. Tan solo el 23% de los fondos que la ONU considera necesarios para afrontar esta crisis ha sido aportado hasta ahora.
La sequía provocada por el cambio climático, agravada por los conflictos y los altos precios de los alimentos, ha dejado a 40 millones de personas en África Oriental en situación de hambre severa. Son casi dos tercios más que el año pasado, con 85.000 personas en Sudán del Sur y Somalia al borde de la hambruna, el estadio más grave de hambre, que incluye falta total de acceso a alimentos y el consiguiente riesgo de muerte.
En el último año, Oxfam Intermón ha trabajado junto a más de 800.000 personas afectadas por el hambre en el Cuerno de África y busca apoyar a casi medio millón más en los próximos meses. Buena parte de Somalia, Kenia y Etiopía sufren grave sequía tras cinco temporadas de lluvia fallidas, mientras que Sudán del Sur padece la quinta temporada consecutiva de graves inundaciones. Además, el reciente estallido de violencia en Sudán hace que seis mil personas diarias estén llegando a la frontera con Sudán del Sur, lo que supone una enorme presión adicional para este país en el que ya un 63% de la población sufre inseguridad alimentaria extrema.
En Somalia, 1,8 millones de niños y niñas sufren malnutrición, 477.000 de forma grave. El porcentaje de personas en situación de hambre extrema en ese país se eleva ya al 38,7% de la población y la sequía ha provocado el desplazamiento de 1,4 millones de personas y la muerte de 3 millones de cabezas de ganado.
El pastoreo es el medio de vida de la mayoría de la población. Pero la sucesión cada vez más frecuente de las sequías y la prolongación de la última han acabado con la resiliencia. Es el caso de Said Abdi Duale, que tras haber perdido todo su ganado caminó durante días con su familia hasta un asentamiento de personas desplazadas en la región de Sanaag. “Viví la sequía de 1974, la de 2017 y esta. Esta es la más crítica. Con las pasadas sequías, llovía de nuevo y nacían animales. Con esta sequía, la lluvia no llega y no podemos reponer los animales que hemos perdido”.
El hambre, una decisión política
“La gente está muriendo no porque el mundo carezca de alimentos o dinero, sino por el fracaso político y la injusticia”, dice Lourdes Benavides, experta en clima y crisis alimentarias de Oxfam Intermón. “Cada día que pasa sin actuar supone más muertes inevitables.
“Necesitamos un incremento urgente de la ayuda humanitaria, por parte de la administración española, de la Unión Europea y de la llamada comunidad internacional”, explica Benavides. “Los países ricos son los principales responsables del cambio climático y tienen una clara responsabilidad moral para apoyar a personas cuyas vidas están siendo destruidas por una crisis climática que no causaron”.
España, según Oxfam Intermón, puede mostrar el camino y cumplir con su compromiso de incrementar su contribución humanitaria hasta alcanzar un 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo, para financiar planes de respuesta ante las emergencias alimentarias y evitar que la desnutrición empeore.
Aunque la recientemente aprobada Ley de Cooperación fija en el 10% el porcentaje del total de la ayuda al desarrollo que debe destinarse a ayuda humanitaria o de emergencia, lo cierto es que actualmente ese porcentaje está en el 3,5%.
El reciente informe global sobre crisis alimentarias 2023 denuncia que 258 millones de personas en 58 países están en situación de hambre aguda.
Notas para la edición:
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.