• Oxfam Intermón responsabiliza a Israel de obstruir sistemáticamente la llegada de ayuda a toda la franja y denuncia una situación apocalíptica en el norte.
• La ONG pide actuar ya a los líderes internacionales y denuncia que cada día que pasa sin un alto el fuego es una sentencia de muerte para cientos de personas.
Una trabajadora de Oxfam Intermón prepara paquetes de comida para su distribución en Gaza el pasado mes de julio. Foto: Jomana Elkhalili/Oxfam
De los escasos 34 camiones de alimentos y agua a los que se les permitió entrar en la provincia del Norte de Gaza en los últimos dos meses y medio, sólo doce lograron distribuir la ayuda a la población palestina. La ayuda de tres de ellos se distribuyó entre personas que se refugiaban en una escuela que fue desalojada y bombardeada horas después. Las demoras deliberadas y las obstrucciones sistemáticas del ejército israelí han provocado esta situación, según denuncia Oxfam Intermón.
A Oxfam Intermón y otras agencias humanitarias internacionales se les ha impedido continuamente la entrega de ayuda vital en la provincia del Norte de Gaza desde el 6 de octubre, cuando Israel intensificó su asedio militar en Jabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun. Las organizaciones y agencias sólo han podido repartir una cantidad extremadamente limitada de existencias que ya estaban almacenadas allí.
Se estima que miles de personas siguen aisladas, pero con el acceso humanitario bloqueado es imposible saber las cifras exactas. Ya a principios de diciembre, las organizaciones humanitarias que operan en Gaza recibieron llamadas de personas vulnerables atrapadas en casas y refugios que se habían quedado sin alimentos ni agua.
Desde el 6 de octubre, Israel ha permitido la entrada de sólo 34 camiones de la ONU con alimentos y agua en la provincia del Norte de Gaza. El mes pasado, un convoy de 11 camiones fue detenido inicialmente por el ejército israelí en Jabalia, donde civiles hambrientos se llevaron algunos alimentos. Después de recibir luz verde para continuar hacia el destino, los camiones fueron detenidos más adelante en un puesto de control militar. Los soldados obligaron a los conductores a descargar la ayuda en una zona militarizada, a la que la población civil, desesperada, no tenía acceso.
La semana siguiente, Israel permitió la entrada de 14 camiones más. Debido a la demora en recibir la autorización final de las autoridades israelíes, sólo tres camiones pudieron entrar. Llevaban raciones listas para comer, harina de trigo y agua y llegaron al destino previsto, la escuela Mahdia al-Shawa en Beit Hanoun, donde se estaban refugiando familias desplazadas. Mientras se distribuía la ayuda, los soldados y los cuadricópteros abrieron fuego contra la escuela y se ordenó a la gente que se marchara. Al día siguiente, el ejército israelí regresó y bombardeó la escuela, quemando los edificios.
El 20 de diciembre Israel permitió la entrada de otros 9 camiones de Naciones Unidas para repartir alimentos y agua en un punto de distribución en Beit Hanoun, donde la población civil sí tuvo la oportunidad de recibir la ayuda. Se trata de personas que, según contaron, habían tenido que comer hojas para poder sobrevivir.
El mes pasado, la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) advirtió que existe una gran probabilidad de que ya se esté produciendo una hambruna en el norte y que el riesgo de hambruna persiste en toda Gaza. La gente se ve obligada a tomar medidas inimaginables y desesperadas para sobrevivir. Niños, niñas y mujeres buscan restos de comida entre montones de basura, con las manos desnudas y a menudo descalzos, arriesgándose a contraer enfermedades y heridas con metales cortantes y expuestos a la amenaza de explosivos sin detonar. Gaza tiene ahora el mayor número de niños y niñas amputados del mundo, con el sistema sanitario diezmado y escasos suministros críticos, incluida la anestesia.
“La situación en Gaza es apocalíptica y la gente está atrapada, incapaz de encontrar ningún tipo de seguridad”, dice Sally Abi-Khalil, directora de Oxfam para Oriente Medio y el Norte de África. “Es la desesperación absoluta: no tener comida ni refugio para la familia en el gélido invierno. Es abominable que, a pesar de que Israel viola públicamente y sin descanso el derecho internacional y utiliza el hambre como arma de guerra, los líderes mundiales sigan sin hacer nada”.
“Gaza ha sido destruida casi por entero y toda la población está sufriendo”, continúa Abi-Khalil. “El sector público se ha derrumbado y el sistema humanitario está hundido. Imploramos a toda la comunidad internacional que pare esto ya. Tienen los instrumentos diplomáticos y económicos para hacer que Israel se detenga. Cada día que pasa sin un alto el fuego es una sentencia de muerte para cientos de civiles más”.
Los bombardeos constantes también continúan en el norte: la Defensa Civil Palestina estima que más de 2.700 personas han muerto en la provincia de Gaza del Norte desde el inicio del asedio. No se han podido recuperar los cuerpos de la mitad de los muertos y más de 10.000 personas han resultado heridas. Unas 130.000 personas han sido desplazadas por la fuerza de la provincia del Norte de Gaza, el 70 por ciento de ellas -91.000- son mujeres y niñas que están tratando de sobrevivir en edificios abandonados y refugios abarrotados en la ciudad de Gaza. El desplazamiento masivo de personas ha agotado aún más los recursos y ha complicado la entrega de ayuda en condiciones ya de por sí terribles.
En toda Gaza las entregas de ayuda siguen bloqueadas, obstaculizadas deliberadamente y atacadas por el ejército de Israel. Todos los accesos a la franja apenas funcionan, y sólo Erez West (Zikim) funciona con cierta regularidad. El personal de Oxfam Intermón en el terreno asegura que el acceso humanitario está en su nivel más bajo. Se espera que las condiciones climáticas invernales afecten a más de 1,6 millones de personas que viven en refugios improvisados, incluido medio millón en áreas propensas a inundaciones. La ONU informa de que hasta ahora, sólo el 23 por ciento de las personas desplazadas en la Franja de Gaza han recibido apoyo para protegerse de la lluvia y el frío, lo que deja a más de 900.000 personas desprotegidas ante el invierno.
La gente cuenta al personal de Oxfam Intermón cómo intentan sobrevivir sus familias bajo una situación de hambre aguda y paralizante. "Los adultos les dicen a los niños que no jueguen para que no se mareen”, contaba un hombre en el centro de Gaza. “Un paquete de galletas es todo lo que tenemos para 15 nietos. Necesitamos refugio, pero una simple lona de plástico cuesta 180 dólares y necesitaríamos al menos cinco para hacer una tienda de campaña básica. No hay posibilidad de luz ni electricidad. Estamos haciendo todo lo que podemos, pero no es suficiente”.
El aumento de los precios de los alimentos y la escasez en Gaza significan que la gente ya no puede comprar alimentos por kilo, y comprar, por ejemplo, un solo tomate o un pimiento verde para su familia. Un miembro del equipo de Oxfam cuenta que toda su familia se movilizó en Deir el Balah recientemente para encontrar un huevo con el que tratar de proporcionar calcio a un pariente con un hueso roto. El huevo costó casi 6 dólares. Solo cinco panaderías de diecinueve están operativas, y muchas personas arriesgan sus vidas en colas abarrotadas, a veces esperando desde las 3 de la mañana solo para obtener suministros básicos.
Oxfam Intermón exige un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente y la liberación de todos los rehenes y también de los palestinos detenidos ilegalmente. La obstrucción a los esfuerzos de ayuda humanitaria debe terminar y ha de garantizarse la protección de los civiles y el acceso sin obstáculos para toda la ayuda vital a la Franja de Gaza, incluida la provincia de Gaza del Norte. La población palestina debe tener la libertad de trasladarse a sus hogares, reconstruirse y vivir en paz y dignidad, libres de ocupación o bloqueo.
Notas para la edición:
La versión original de esta historia decía que sólo tres camiones de la ONU habían logrado distribuir alimentos y agua en la provincia del Norte de Gaza, lo cual era correcto el 19
de diciembre. El 21 de diciembre, Oxfam Intermón fue informada de que se permitió la entrada de nueve camiones de la ONU más con alimentos y agua el viernes 20 de diciembre. No estaba previsto que llegaran ni el sábado 21 ni el domingo 22. Aunque 12 camiones de alimentos y agua en 2,5 meses sigue siendo totalmente insuficiente, para mayor precisión, hemos modificado el titular e incluido este detalle en el comunicado.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) confirma que, desde el 6 de octubre hasta el 16 de diciembre de 2024, la ONU y sus socios han intentado coordinar 137 misiones a la provincia del Norte de Gaza. Más del 90 por ciento (124) fueron rechazadas de plano. Dos fueron aprobadas: el convoy del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas de 11 camiones que transportaban alimentos y agua el 7 de noviembre y el convoy del PMA de 14 camiones (de los cuales solo tres pudieron entrar) el 11 de noviembre. Las otras 11, que eran todas misiones de evacuación/evaluación médica en el Hospital Kamal Adwan, fueron aprobadas, pero una no pudo llegar al hospital debido a la actividad militar y el resto enfrentó diversos impedimentos en el camino.
El ejército israelí bombardeó la escuela Mahdia al-Shawa el 12 de noviembre.
El informe de OCHA del 10 de diciembre confirmó que todavía había entre 65.000 y 75.000 personas en la provincia de Gaza del Norte. Se cree que esta cifra es significativamente menor ahora, pero debido a las restricciones de acceso, no hay estimaciones precisas disponibles.
Un informe del Grupo de Protección del 2 de diciembre detallaba cómo las personas vulnerables estaban llamando a las organizaciones benéficas de protección que operan en Gaza y cómo mujeres, niñas y niños se ven obligados cada vez más a buscar restos de comida en montones de basura, descalzos y sin guantes.
El derecho internacional humanitario (DIH) prohíbe el uso del hambre como método de guerra. Como potencia ocupante en Gaza, Israel está obligado por el DIH a satisfacer las necesidades y a garantizar la protección de la población de Gaza. En 2018, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 2417, que condenó por unanimidad el uso del hambre contra los civiles como método de guerra y declaró que cualquier negación del acceso humanitario era una violación del derecho internacional.
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.