Dos años después de la escalada de la guerra en Ucrania, más de 10.500 personas han muerto, entre ellas 587 niños y niñas, mientras los constantes bombardeos, minas y ataques con drones han dejado a una generación traumatizada, desplazada y temerosa por sus vidas, señalan 51 miembros de la Plataforma de ONG Humanitarias en Ucrania.
Con una media de 42 personas civiles muertas o heridas al día, y con los últimos meses especialmente mortíferos, el grupo, formado por organizaciones locales e internacionales que trabajan en el país, pide la protección inmediata de la población civil y recuerda a los Estados miembros las promesas hechas para abordar las extremas necesidades humanitarias de la población de Ucrania.
Más del 87% de las personas muertas, 9241 personas, son víctimas de armas explosivas y muchas de las lesiones cambian sus vidas, como la pérdida de extremidades o de la vista. Se entiende que la cifra se queda muy corta ya que la ONU continúa corroborando las cifras. Al mismo tiempo, las personas de toda Ucrania que se encuentran lejos de las líneas del frente también necesitan apoyo para reconstruir sus vidas y recuperarse.
“Mi hija ahora crece en el sótano”, dice Sviatlana. Ella y su hija de siete años decidieron quedarse en Kherson, una zona que sufre intensos bombardeos. “El tiempo más largo que pasamos en la oscuridad sin electricidad fue de un mes y medio, así que ahora, cuando hay un apagón, trato bromear con mi hija, 'qué es un día, ya pasamos cosas peores'. …Ahora solo queda esperar y sobrevivir. Es solo una niña y quiere jugar afuera en el patio de recreo, pero no puede salir del sótano”.
Dos años de combates han destruido vidas, hogares y medios de subsistencia, dejando a 14,6 millones de personas, entre ellas casi 3 millones de niños y niñas, con una necesidad desesperada de asistencia humanitaria en toda Ucrania. Casi el 80% de quienes necesitan ayuda también necesitan apoyo de salud mental. El nivel de pobreza en Ucrania se ha quintuplicado (de un 5% a un 24%) solo en 2022.
Debido a la violencia actual, alrededor de 4 millones de personas siguen desplazadas dentro de Ucrania y más de 5,9 millones se vieron obligadas a huir a países vecinos. Aunque el 67% de la población desplazada interna dice que quiere regresar a sus hogares algún día, muchos no lo pueden hacer porque la guerra ha destrozado sus comunidades y sus medios de vida. Muchas personas desplazadas luchan por integrarse en sus nuevas comunidades, donde es difícil encontrar trabajo y vivienda. Las mujeres representan el 58% de la población desplazada interna y tienen más probabilidades que los hombres de experimentar desempleo y dependencia de la ayuda humanitaria.
Los grupos vulnerables se ven afectados desproporcionadamente por la guerra en curso. Las desigualdades existentes, incluidas las que enfrentan los niños, los romaníes, las personas LGBTQIA+, las personas mayores y las personas con discapacidad, no hacen más que aumentar a largo plazo, a medida que los efectos agravados por la crisis generan necesidades específicas.
“Mientras la guerra continúa, la vida dista mucho de ser normal. La gente vive día a día bajo la amenaza de misiles y proyectiles, que siguen impactando zonas civiles pobladas, causando muerte y destrucción en zonas cercanas y alejadas de las líneas del frente”, ha afirmado Joanna Garbalinska, directora de la Plataforma de ONG Humanitarias en Ucrania.
“La Plataforma de ONG Humanitarias en Ucrania pide el cese inmediato de todos los ataques contra la población e infraestructuras civiles, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas, ya que pueden constituir graves violaciones del derecho internacional humanitario. Los civiles siempre deben estar protegidos de la violencia.”
“Hoy se marca un hito sombrío de la guerra en Ucrania. A medida que los combates se acercan a su tercer año desde la escalada, las agencias humanitarias en Ucrania recuerdan a los estados miembros las promesas hechas para abordar esta crisis. Hoy, el apoyo humanitario es más necesario que nunca. Los compromisos de financiación a largo plazo para los esfuerzos humanitarios y de recuperación –con la sociedad civil ucraniana a la cabeza– son fundamentales para la seguridad de la población y para el futuro de Ucrania”, concluye Joanna Garbalinska.
