Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
El 1% más rico de la población mundial ha sido responsable de más del doble de la contaminación por carbono que la mitad más pobre de la humanidad, conformada por 3.100 millones de personas, durante el cuarto de siglo en el que las emisiones han alcanzado niveles sin precedentes.
El nuevo informe de Oxfam Intermón, Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono, evalúa las emisiones de consumo de los diferentes grupos de ingreso entre 1990 y 2015, los 25 años en los que la humanidad duplicó la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera. Según los resultados:
El informe se basa en una investigación llevada a cabo junto al Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo y se publica en vísperas de que los líderes mundiales se reúnan en la Asamblea General de las Naciones Unidas para debatir los desafíos globales, incluyendo la crisis climática.
Oxfam Intermón estima que las emisiones per cápita del 10 % más rico tendrán que ser alrededor de diez veces más bajas para el año 2030 si queremos mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 ºC, lo que equivale a reducir las emisiones anuales globales en un tercio.
El informe de Oxfam Intermón destaca que los dos grupos más afectados por esta injusticia son precisamente los menos responsables de la crisis climática: por un lado, las personas en mayor situación de pobreza y exclusión, y que ya tienen dificultades para hacer frente a los efectos del cambio climático; y, por otro lado, las generaciones futuras, que heredarán un presupuesto de carbono agotado y un mundo que avanza a pasos agigantados hacia el colapso climático.
“El consumo excesivo de una minoría rica está exacerbando la crisis climática”, explica Paula San Pedro, portavoz de cambio climático de Oxfam Intermón. “Esta desigualdad extrema de emisiones de carbono es una consecuencia directa del afán de nuestros gobiernos durante décadas por fomentar un crecimiento económico extremadamente desigual y basado en el carbono. El mapa de emisiones refleja que el consumo de carbono ha servido para enriquecer a los más ricos y no para sacar a la gente de la pobreza Este modelo ha caducado y es urgente uno nuevo.”
El informe desmonta el mito popular y político que durante años ha centrado la responsabilidad del aumento de emisiones en el impacto de la creciente clase media de países como China y la India. Aunque en esos países millones de personas han conseguido salir de la pobreza y eso se ha traducido en un considerable incremento tanto de sus ingresos como de las emisiones de carbono vinculadas al aumento de su consumo, lo cierto es que las emisiones asociadas al consumo de los más ricos no han dejado de crecer.
Es probable que las emisiones de carbono vuelvan a repuntar rápidamente a medida que los gobiernos levanten los confinamientos y restricciones relacionados con la COVID-19. Si las emisiones no siguen disminuyendo año tras año y la desigualdad de las emisiones de carbono no se controla, el presupuesto de carbono restante para mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 ºC se habrá agotado por completo para 2030.
En 2020, con un calentamiento global que ya ha alcanzado 1 ºC, el cambio climático ha provocado ciclones mortales en la India y Bangladesh, enormes plagas de langostas que han arrasado con cosechas en toda África y olas de calor e incendios forestales sin precedentes en Australia y Estados Unidos. Nadie es inmune, pero las personas en mayor situación de pobreza y exclusión son las más afectadas. Por ejemplo, las mujeres corren un mayor riesgo de experimentar violencia y abusos después de un desastre.
Soluciones para la era post Covid
La pandemia ha desencadenado una caótica (y a menudo desigual) contracción del consumo global. Sin embargo, también ha demostrado que es posible realizar cambios antes impensables en el estilo de vida de las personas más ricas del mundo en beneficio de la mayoría de la población. Algunas políticas públicas, como por ejemplo gravar determinados bienes y servicios de lujo que generan un gran volumen de emisiones (como los SUV, los vuelos frecuentes en clase Business y en aviones privados) y otras como ampliar la infraestructura digital y de transporte público, podrían contribuir a reducir las emisiones, frenar la desigualdad y mejorar la salud pública.
La organización enfatiza que es imprescindible que estas políticas se pongan en marcha ya, antes de que se agote el presupuesto global de carbono y se sobrepase el límite de 1,5 ºC de calentamiento global.
Según afirma Paula San Pedro, "limitarnos a reiniciar nuestras economías pre-covid, anticuadas, injustas y contaminantes, ya no es una opción viable. Los Gobiernos deben aprovechar esta oportunidad para remodelar nuestras economías y construir un futuro mejor para todo el mundo”.
Para incidir en ese cambio, Oxfam Intermón acaba de presentar en España, junto a Greenpeace y a Ecologistas en Acción, un recurso ante el Tribunal Supremo frente a la inactividad climática del gobierno de la nación, por incumplir su obligación de aprobar un plan nacional de energía y clima, así como una estrategia de reducción de emisiones acorde con los compromisos adquiridos al ratificar el Acuerdo de París. España, subraya Oxfam Intermón, es uno de los países europeos más vulnerables al cambio climático, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Notas para la edición:
Hay portavoces disponibles para entrevistas.
Más información sobre el recurso ante el Tribunal Supremo presentado por Oxfam Intermón, Ecologistas en Acción y Greenpeace aquí
El informe Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono, la investigación completa y los datos en los que se basa están disponibles aquí
El 50 % más pobre de la humanidad ascendía aproximadamente a 3.100 millones de personas de promedio entre 1990 y 2015, el 10 % más rico estaba compuesto por cerca 630 millones de personas, el 5 % más rico aproximadamente por 315 millones de personas y el 1 % más rico por alrededor de 63 millones de personas.
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.