Un año después de la intensificación de la disputa por la gobernación yemení de Marib —rica en recursos—, la situación humanitaria ha empeorado conforme las cambiantes zonas de combate, los ataques aéreos y las minas terrestres causan el desplazamiento de casi 100.000 personas, muchas de las cuales ya han tenido que huir en varias ocasiones.
Muchas personas desplazadas carecen de acceso a servicios básicos tales como las letrinas y el agua potable.
El mes pasado se lanzaron 43 ataques aéreos contra objetivos civiles, lo que representa más del 20 % de todos los bombardeos de este tipo efectuados en la zona de Marib desde el aumento de los combates que tuvo lugar en febrero del año pasado. La mayor parte de ellos se dirigieron contra viviendas y granjas, y destruyeron casas y negocios que llevará años reconstruir.
El director de país de Oxfam en Yemen, Muhsin Siddiquey, ha señalado:
“El recrudecimiento del conflicto, el desplazamiento y la muerte que presenciamos en Marib es una instantánea del sufrimiento que padecen las comunidades de todo Yemen. Las personas corrientes que han buscado refugio un lugar que antes se consideraba un oasis de calma son ahora daños colaterales de un prolongado conflicto. La única solución de esta situación es que las partes beligerantes se reúnan y negocien un arreglo pacífico permanente”.
La población civil también está expuesta al peligro de los misiles y obuses lanzados desde tierra, así como de las minas terrestres y los artefactos explosivos improvisados. Ocho personas civiles murieron en enero de 2022 debido a la explosión de minas terrestres en la gobernación de Marib frente a las cinco que perdieron la vida de ese modo en todo 2021, lo que refleja un aumento preocupante del uso de estas armas prohibidas. Las minas terrestres suelen colocarse por los caminos y carreteras que cruzan las tierras de cultivo y conducen a la ciudad de Marib, y que la población civil utiliza para llevar productos destinados a la venta y por las personas migrantes que atraviesan Yemen.
Siddiquey ha declarado: “Las minas terrestres son una barbaridad. No distinguen entre civiles y combatientes, y su amenaza —junto a las bombas y obuses no detonados— se cierne sobre las comunidades durante decenios hasta que son desactivadas. Una de las carreteras clave que conduce a Marib se ha convertido en una zona vedada. Han muerto niños y niñas mientras cuidaban del ganado, e incluso recoger leña puede ser mortal. Me preocupan especialmente los informes que indican que no se conservan registros de los lugares donde se colocan las minas”.
Según los datos de la ONU, en la gobernación de Marib viven más de un millón de personas desplazadas, bien junto con la población local o en uno de los entre 120 y 150 asentamientos formales e informales existentes. Sin embargo, las autoridades locales sitúan esa cifra en cerca de dos millones. Muchas de estas personas ya se han visto desplazadas cinco o seis veces.
Salem*, que vive con su familia en el campo de refugiados de Al-Suwaidan a las afueras de Marib, explicó:
“Las personas que viven en el campo siempre tienen miedo de las acciones militares que podrían alcanzarlas en cualquier momento. Todos estamos angustiados. No puedo salir del campo ni un momento. Vivo con miedo por mi familia, que duerme y se despierta asustada”.
La ONU calcula que el 85 % de las familias desplazadas no pueden pagar el alquiler con regularidad debido a la escasez de oportunidades de ganar dinero. A muchas personas les angustia que las desalojen, puesto que 9 de cada 10 asentamientos están construidos en terrenos de propiedad privada sin acuerdos de ocupación. Los precios de alquiler en la ciudad de Marib han aumentado vertiginosamente a raíz de la reciente oleada de desplazamientos.
La depreciación galopante de la moneda, sumada a una persistente crisis de combustible, ha hecho que los precios de los alimentos, el carburante y los medicamentos se dupliquen con creces. Muchas personas se ven obligadas a pedir prestado dinero y quedan atrapadas en una espiral de endeudamiento, incapaces de satisfacer sus necesidades básicas.
Yemen está actualmente en su cuarta oleada de COVID-19, y muchas personas desplazadas carecen de acceso a servicios básicos tales como las letrinas y el agua potable. Cuando han transcurrido casi ocho años desde el comienzo del conflicto, solo siguen operativos aproximadamente la mitad de los centros de salud, lo que deja a dos de cada tres yemeníes sin acceso a los servicios de salud.
Oxfam trabaja en Marib con el fin de mejorar el suministro de agua, instalar letrinas y proporcionar transferencias monetarias para que las familias puedan comprar los productos de primera necesidad. El año pasado, Oxfam Intermón ayudó a 95.928 personas de Marib, por ejemplo, facilitando agua potable a 60.000 y transferencias monetarias a 14.875.
Las Naciones Unidas han emitido una declaración que recuerda a las partes beligerantes que estar en guerra no las exime de las obligaciones que tienen con arreglo al derecho internacional humanitario, que prohíbe rigurosamente los ataques desproporcionados y de acuerdo con el cual han de tomarse todas las precauciones posibles para evitar los daños civiles.
Desde la disolución el año pasado del Grupo de Eminentes Expertos sobre Yemen —el organismo designado de la ONU para encargarse de la vigilancia de los abusos contra los derechos humanos cometidos en Yemen—, no hay ningún tipo de observación internacional de las violaciones de derechos humanos. Todas las partes en el prologando conflicto de Yemen han causado víctimas civiles.
Notas para la edición:
Disponible bajo petición la entrevista en vídeo realizada a Salem* (nombre ficticio para proteger la identidad) y el vídeo complementario del campamento
Ofensiva del 8 de febrero de 2021 https://www.aljazeera.com/news/2021/2/28/fighting-intensifies-between-houthis-yemen-govt-forces-in-marib
El número de campamentos se ha tomado de https://reliefweb.int/report/yemen/yemen-thousands-desperate-food-water-and-shelter-conflict-hit-marib y https://reliefweb.int/report/yemen/yemen-thousands-desperate-food-water-and-shelter-conflict-hit-marib
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que casi 100.000 personas se han visto desplazadas durante el último año debido a que la fluctuación de las zonas de combate ha provocado el cierre de cinco campamentos y las personas han tenido que buscar una vez más un lugar seguro para vivir
Comunicado de prensa de Oxfam: Reaction to today’s decision by the UN Human Rights Council to withdraw the mandate to the Group of Eminent Experts on Yemen 7 de octubre de 2021
Los datos de la ONU relativos a la población se han tomado de Perfil urbano de Marib, de ONU-Hábitat (en inglés) (marzo de 2021)
Las necesidades de Yemen en materia de salud aparecen en https://reliefweb.int/report/yemen/yemen-humanitarian-response-plan-2021-march-2021-enar
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Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.