Los intensos combates llegaron al centro de Goma; una ciudad con una población de 2 millones de habitantes y que ahora mismo cuenta con aproximadamente un millón de personas desplazadas en campos, sin acceso a servicios básicos como agua. La ciudad sufre cortes de electricidad y agua, una grave escasez de alimentos y hospitales desbordados que luchan por tratar la afluencia de heridos. El aislamiento cada vez mayor de Goma obstaculiza la capacidad de las organizaciones humanitarias internacionales para llegar a las personas desplazadas en la región oriental, lo que agrava enormemente la situación.