Ante una sequía, abrimos nuevos pozos, instalamos o reparamos sistemas de riego, canalizamos el agua, pero también contribuimos a la creación de plantas desalinizadoras.
En situaciones donde el agua no es potable, hacemos promoción de la higiene y potenciamos la creación de plantas de tratamiento de desechos y residuos fecales.
En los campos de personas desplazadas o refugiadas por desastres o conflictos construimos letrinas, duchas, distribuimos agua…
Y, además, apoyamos a aquellas comunidades que luchan por el derecho al agua donde grandes empresas la están monopolizando.
Para hacer visible todo este trabajo en los próximos meses vamos a estar hablando de “Agua limpia para todo el mundo”. Porque hoy, 1 de cada 4 personas en el mundo no tiene acceso a agua potable y ello es fuente de enfermedades, genera conflictos, obliga a las personas a abandonar sus casas…
Nuestra campaña y nuestras acciones contribuyen a salvar vidas.