Estudio
Acción Humanitaria-
Desplazamiento- Migraciones y Refugiados
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La Unión Europea ha centrado desde hace años sus esfuerzos políticos y presupuestarios en una parte minoritaria del fenómeno migratorio, y más orientada a detener que a gobernar la movilidad humana. El pico de llegadas de personas en busca de protección en el año 2015 reforzó este enfoque limitado. Desde entonces, y pese a que las llegadas están hoy en niveles previos a 2015, el control de los flujos a toda costa sigue vertebrando la política migratoria comunitaria, consolidando cuatro tendencias que podrían ser agrupadas bajo el acrónimo SPEC: Securitización de la gestión de fronteras; Privatización de políticas y servicios básicos; Externalización del control migratorio; y Criminalización narrativa y electoral de las personas migrantes. Estas políticas y prácticas tienen consecuencias directas en la vida de las personas, en la libre circulación en el espacio europeo, en el ascendiente de Europa frente a Estados fallidos, y en la naturaleza misma de la ayuda al desarrollo. Pero existen alternativas: Europa puede convertirse en una fuerza reformista contribuyendo al desarrollo y la implementación de marcos de protección integrales en la línea de los Pactos de Migración y Refugio; ampliando las vías legales y seguras de inmigración económica; e incorporando la movilidad humana como una herramienta de las políticas europeas de desarrollo. Los próximos meses ofrecen oportunidades políticas concretas para promover esta agenda dentro y fuera de la UE.
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